Lo lamentable no es que el surrealismo político ha pasado de ser algo singular, a llenar todos los rincones de nuestra cotidianidad como si de algo absolutamente normal se tratara. Lo tristemente grave es que nos estamos acostumbrando tanto a las incoherencias que hemos perdido de vista la línea que separa la realidad de las invenciones histéricas de los políticos de nuestro país.
A principio de los años noventa Lech Walesa visitó nuestro país y por azares de la vida me tocó cubrir su visita (como reportero gráfico para el extinto Diario de Caracas, el viejo, no el panfleto actual). En esa oportunidad Marcel Granier (jefe y dueño del Diario de Caracas) había pautado una entrevista exclusiva para su programa “Primer Plano”, entrevistas a las que siempre enviaban un periodista y un fotógrafo del periódico y me tocó a mí.
Al llegar Walesa todo estaba preparado para comenzar la entrevista en el lobby del hotel donde, minutos después, él daría una conferencia invitado por la Confederación de Trabajadores de Venezuela (CTV) y otras agrupaciones pro-derechos de los trabajadores… pero sucedió que un grupo de representantes y líderes del movimiento sindical venezolano se acercaron a reclamarle airadamente a Granier (máximo “representante de la rancia alcurnia venezolana en aquel entonces”) porque estaba acaparando al líder polaco del movimiento “Solidarność" (Solidaridad) para sí, cuando habían sido ellos quienes lo habían invitado y para tratar temas que se contraponían radicalmente a la posición que representaba el directivo de 1BC.
Lo que sucedió luego fue un poco confuso, engorroso y rápido, tanto que los medios no dieron cuenta del hecho. Walesa pidió que le tradujeran lo que estaban reclamando los líderes de la central obrera. Granier como si con él no fuera, ni los miró. Walesa mantenía un oído en la traductora y su mirada se paseaba sin parar de Granier a los sindicalistas, como tratando de entender rápidamente lo que estaba pasando.
De pronto el líder polaco se levantó y muy delicadamente mando a la mierda al empresario y su programa. Es decir fue consecuente con su discurso. Y digo delicadamente porque yo no entiendo polaco, pero en su actitud se notaba a leguas que se sintió timado y engañado... fue fuerte, vehemente y me imagino que la traductora matizó más de una palabrota del visitante. Luego se marcho satisfecho con sus homólogos venezolanos.
En la conferencia este señor, que con su movimiento fue uno de los propulsores del cambio en el mapa político mundial, despotricó de las agrupaciones patronales. Apoyó a la CTV en todos los asuntos que trataron, sugirió líneas para luchar por los derechos de los trabajadores, argumentó su posición sindical, mostró ejemplos de lucha y logros de Polonia en este ámbito…
Se enteró de las desastrosas políticas gubernamentales en materia laboral (de la IV República claro), de como el venezolano era explotado por los empresarios, supo que el desempleo era cada vez mayor, que la calidad de vida de trabajador venezolano era cada vez peor, que la seguridad social era en la práctica casi inexistente, que las jornadas laborales eran irrespetadas, que el salario medio del venezolano era de hambre, que las condiciones de trabajo eran pésimas, que el costo de la cesta básica casi alcanzaba lo que se ganaba en un mes de trabajo…
Ahora, Lech Walesa, con premio Nóbel incluido, fue invitado a visitar nuevamente nuestro país y, que pena ¡que vergüenza con ese señor!, ni siquiera le permitieron venir… Lech Walesa ha sido declarado persona “non grata”, el gobierno del Teniente Coronel no le garantiza su seguridad y lo “invitan muy cordialmente” a no venir a nuestro país. El Comandante “revolucionario” que tanto ama a la clase trabajadora, a la clase obrera, que se regodea de formar parte del “lumpem”, que se llena la boca con su “lucha contra la oligarquía y la rancia alcurnia del país y en favor de los pobres” le niega al icono de las luchas obreras del mundo moderno, Lech Walesa, la posibilidad de venir a ver “in situ” todos "los avances revolucionarios en materia laboral"!... Pero invita a nuestro país al dictador de Zimbawe, Robert Mugabe, a quien llena de honores y le regala una réplica de la espada de El Libertador... he aquí el surrealismo en pasta!
A qué le teme el “Caudillo Bufón”… a qué luego de casi 20 años, 10 de los cuales hemos estado bajo su gobierno “revolucionario que ama la clase trabajadora”, se de cuenta que lo qué lo trajo de visita la primera vez no ha cambiado en nada… o peor, que se entere que todo ha ido avanzando, pero directo hacia un desfiladero!
Obviamente esto debe dar mucha vergüenza (aunque dudo realmente que mico-mandante sufra de eso), por que le estamparía internacionalmente en la cara la realidad que constantemente él trata de esconder tras un discurso socialista, revolucionario, “del pueblo y para el pueblo”… es decir que Walesa venga y vea que todo está peor pondría en entredicho todos los “logros de la revolución” de cara al mundo y con un nivel de credibilidad sin fisuras… Pero no se preocupe que ya todo el mundo lo sabe, además con el descaro y la capacidad de mentir (y de creerse sus propias mentiras) que tiene, yo no entiendo porque tanta preocupación... ¿Una raya más pa'l tigre?
A principio de los años noventa Lech Walesa visitó nuestro país y por azares de la vida me tocó cubrir su visita (como reportero gráfico para el extinto Diario de Caracas, el viejo, no el panfleto actual). En esa oportunidad Marcel Granier (jefe y dueño del Diario de Caracas) había pautado una entrevista exclusiva para su programa “Primer Plano”, entrevistas a las que siempre enviaban un periodista y un fotógrafo del periódico y me tocó a mí.
Al llegar Walesa todo estaba preparado para comenzar la entrevista en el lobby del hotel donde, minutos después, él daría una conferencia invitado por la Confederación de Trabajadores de Venezuela (CTV) y otras agrupaciones pro-derechos de los trabajadores… pero sucedió que un grupo de representantes y líderes del movimiento sindical venezolano se acercaron a reclamarle airadamente a Granier (máximo “representante de la rancia alcurnia venezolana en aquel entonces”) porque estaba acaparando al líder polaco del movimiento “Solidarność" (Solidaridad) para sí, cuando habían sido ellos quienes lo habían invitado y para tratar temas que se contraponían radicalmente a la posición que representaba el directivo de 1BC.
Lo que sucedió luego fue un poco confuso, engorroso y rápido, tanto que los medios no dieron cuenta del hecho. Walesa pidió que le tradujeran lo que estaban reclamando los líderes de la central obrera. Granier como si con él no fuera, ni los miró. Walesa mantenía un oído en la traductora y su mirada se paseaba sin parar de Granier a los sindicalistas, como tratando de entender rápidamente lo que estaba pasando.
De pronto el líder polaco se levantó y muy delicadamente mando a la mierda al empresario y su programa. Es decir fue consecuente con su discurso. Y digo delicadamente porque yo no entiendo polaco, pero en su actitud se notaba a leguas que se sintió timado y engañado... fue fuerte, vehemente y me imagino que la traductora matizó más de una palabrota del visitante. Luego se marcho satisfecho con sus homólogos venezolanos.
En la conferencia este señor, que con su movimiento fue uno de los propulsores del cambio en el mapa político mundial, despotricó de las agrupaciones patronales. Apoyó a la CTV en todos los asuntos que trataron, sugirió líneas para luchar por los derechos de los trabajadores, argumentó su posición sindical, mostró ejemplos de lucha y logros de Polonia en este ámbito…
Se enteró de las desastrosas políticas gubernamentales en materia laboral (de la IV República claro), de como el venezolano era explotado por los empresarios, supo que el desempleo era cada vez mayor, que la calidad de vida de trabajador venezolano era cada vez peor, que la seguridad social era en la práctica casi inexistente, que las jornadas laborales eran irrespetadas, que el salario medio del venezolano era de hambre, que las condiciones de trabajo eran pésimas, que el costo de la cesta básica casi alcanzaba lo que se ganaba en un mes de trabajo…
Ahora, Lech Walesa, con premio Nóbel incluido, fue invitado a visitar nuevamente nuestro país y, que pena ¡que vergüenza con ese señor!, ni siquiera le permitieron venir… Lech Walesa ha sido declarado persona “non grata”, el gobierno del Teniente Coronel no le garantiza su seguridad y lo “invitan muy cordialmente” a no venir a nuestro país. El Comandante “revolucionario” que tanto ama a la clase trabajadora, a la clase obrera, que se regodea de formar parte del “lumpem”, que se llena la boca con su “lucha contra la oligarquía y la rancia alcurnia del país y en favor de los pobres” le niega al icono de las luchas obreras del mundo moderno, Lech Walesa, la posibilidad de venir a ver “in situ” todos "los avances revolucionarios en materia laboral"!... Pero invita a nuestro país al dictador de Zimbawe, Robert Mugabe, a quien llena de honores y le regala una réplica de la espada de El Libertador... he aquí el surrealismo en pasta!
A qué le teme el “Caudillo Bufón”… a qué luego de casi 20 años, 10 de los cuales hemos estado bajo su gobierno “revolucionario que ama la clase trabajadora”, se de cuenta que lo qué lo trajo de visita la primera vez no ha cambiado en nada… o peor, que se entere que todo ha ido avanzando, pero directo hacia un desfiladero!
Obviamente esto debe dar mucha vergüenza (aunque dudo realmente que mico-mandante sufra de eso), por que le estamparía internacionalmente en la cara la realidad que constantemente él trata de esconder tras un discurso socialista, revolucionario, “del pueblo y para el pueblo”… es decir que Walesa venga y vea que todo está peor pondría en entredicho todos los “logros de la revolución” de cara al mundo y con un nivel de credibilidad sin fisuras… Pero no se preocupe que ya todo el mundo lo sabe, además con el descaro y la capacidad de mentir (y de creerse sus propias mentiras) que tiene, yo no entiendo porque tanta preocupación... ¿Una raya más pa'l tigre?
esta parte se me quedo grabada en el cerebro Lo tristemente grave es que nos estamos acostumbrando tanto a las incoherencias que hemos perdido de vista la línea que separa la realidad de las invenciones histéricas de los políticos de nuestro país.ese es nuestro gran error nos acostumbramos muy rápido a las cosas. Con respecto a la noticia que más podemos esperar del gorila que tenemos por presidente...con no dejarlo venir se echo paja que no quiere que vea que esto esta de mal en peor, y que ahora sea a él a quien mande a la mierda jajajaja...
ResponderEliminarbesitos ray estabas perdido...
pd: por cierto..tu blog me sigue cargando lentooo cada vez mas lentoooo, si no fuera porque te quiero tanto no haría el esfuerzo de venir y esperar tanto que cargue jajajaja
A mi me parecio excelente que no pudieras venir, una accion vale por mil palabras. Para mi eso se debio a que le chavez le pidioo a wallesa una entrevista y estre dijo " yop no hablo con esa clase de personas", y por pura rabia, le dijo que si venia, lo iban a violar y luego robar
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