Los venezolanos somos muy dados a criticar y para muestra este botón que leen. Pero en realidad lo digo por los comentarios, columnas, editoriales que van de un punto a otro al referirse a las preliminares y la escogencia de los candidatos a la Asamblea por parte de la MUD. Todo un abanico en “technicolor” como para satisfacer el gusto de cada elector.
Es así como vemos que hay quienes apoyan a ultranza, incondicionalmente los logros sin mirar en los posibles errores en los que cayeron, caen y caerán. Ciegos de optimismo y esperanza no son capaces de ser objetivos. Son los que luego, si no se logran los objetivos como esperan, entrarán en una patía y una depresión irremediable hasta el próximo proceso electoral.
En la acera de enfrente se encuentran los que todo lo ven negro y tildan de ingenua a la oposición. Esos que si les cortas las venas destilarán pesimismo condensado. Son los que no ven otra opción que no sea la confrontación “pacífica” en la calle. Los mismos que gritan a todo gañote que la activación del 350 es la única alternativa a la situación política de nuestro país.
Al final terminamos viendo más de lo mismo… División!. Y no es que crea que no debemos exponer nuestros puntos de vista. Por el contrario creo que es necesario y sano que lo hagamos, pero buscando los puntos de encuentro más que despellejando las opciones que no se ajusten a nuestro criterio. Tirando todos de la carreta hacia un mismo lado, no sumándole peso. Aligerando la carga para que no se nos voltee. Las descalificaciones dejémoselas al Teniente Coronel que se le dan muy bien y es lo único que sabe hacer.
Que quizá todo esto no sea más que una distracción y la oposición a embestido el “trapo rojo”. Que una vez el “Cuadillo Bufón” vea perdida su mayoría en la Asamblea creará un poder paralelo y dejará sin fuerza ni recursos a los diputados. Que probablemente (seguramente diría yo) por enésima vez hará trampa con el escrutinio de los votos en el CNE. Que si la oposición no tiene sustancia y que su único fin (el que los une) es sacar al Inquilino Inepto del Palacio de Miraflores... y pare usted de contar.
Bueno, es muy posible que todas las hipótesis anteriores se estén dando y/o se den en las próximas elecciones, pero no por eso podemos renunciar a ésta posibilidad, a ésta oportunidad única que se nos brinda de hacer cambios en sana paz. La opción de no acudir a las elecciones ya la usamos y hemos padecido las consecuencias, todos estos años, con una Asamblea roja rojita, genuflexa y mediocre.
Lo que tampoco podemos permitir es que un optimismo histérico no nos permita ver la realidad y tomar acciones para compensar nuestros propios errores en la contienda. No podemos dejar que nos obnubile la posibilidad del éxito. Debemos tener todos nuestros sentidos bien despiertos para enfrentarnos en todos los terrenos que la contienda política nos permita.
No podemos abandonar la calle, la protesta, la denuncia, el reclamo, en fin: no podemos abandonar la lucha que hemos llevado hasta hoy por la ilusión de que los resultados electorales nos favorecerán. Es necesario aumentar los decibeles de la protesta, presentar más pruebas de nuestras denuncias, convencer a más personas de que salir a la calle es necesario y obligatorio, exigirle al ciudadano de a pié que reclame sus derechos a gritos si es necesario.
Debemos abrir todos los frentes de lucha política posibles. En los sindicatos, en las organizaciones gremiales, en las asociaciones de vecinos, hasta en las juntas de condominio. Que se grite en los partidos de béisbol, en los conciertos y hasta en los actos culturales del colegio que no estamos dispuestos a seguir bajo este yugo. Eso desgastará al gobierno y nos pondrá como la opción definitiva al desastre que vive Venezuela.
Tenemos y debemos lograr que todas las tendencias de oposición tiren hacia un mismo lado aunque “no tenga sustancia”. Si el fin único de esta “unidad democrática” es sacar al Incompetente del poder eso me parece, a mi ,sustancia suficiente para comenzar. Al fin y al cabo todo proyecto futuro de cualquier tendencia política de oposición debe tener como prioridad recomponer todo el desastre que ha dejado tras de si el Dictadorzuelo golpista, pero primero e inevitablemente debe pasar por sacarlo a él del poder.
Es así como vemos que hay quienes apoyan a ultranza, incondicionalmente los logros sin mirar en los posibles errores en los que cayeron, caen y caerán. Ciegos de optimismo y esperanza no son capaces de ser objetivos. Son los que luego, si no se logran los objetivos como esperan, entrarán en una patía y una depresión irremediable hasta el próximo proceso electoral.
En la acera de enfrente se encuentran los que todo lo ven negro y tildan de ingenua a la oposición. Esos que si les cortas las venas destilarán pesimismo condensado. Son los que no ven otra opción que no sea la confrontación “pacífica” en la calle. Los mismos que gritan a todo gañote que la activación del 350 es la única alternativa a la situación política de nuestro país.
Al final terminamos viendo más de lo mismo… División!. Y no es que crea que no debemos exponer nuestros puntos de vista. Por el contrario creo que es necesario y sano que lo hagamos, pero buscando los puntos de encuentro más que despellejando las opciones que no se ajusten a nuestro criterio. Tirando todos de la carreta hacia un mismo lado, no sumándole peso. Aligerando la carga para que no se nos voltee. Las descalificaciones dejémoselas al Teniente Coronel que se le dan muy bien y es lo único que sabe hacer.
Que quizá todo esto no sea más que una distracción y la oposición a embestido el “trapo rojo”. Que una vez el “Cuadillo Bufón” vea perdida su mayoría en la Asamblea creará un poder paralelo y dejará sin fuerza ni recursos a los diputados. Que probablemente (seguramente diría yo) por enésima vez hará trampa con el escrutinio de los votos en el CNE. Que si la oposición no tiene sustancia y que su único fin (el que los une) es sacar al Inquilino Inepto del Palacio de Miraflores... y pare usted de contar.
Bueno, es muy posible que todas las hipótesis anteriores se estén dando y/o se den en las próximas elecciones, pero no por eso podemos renunciar a ésta posibilidad, a ésta oportunidad única que se nos brinda de hacer cambios en sana paz. La opción de no acudir a las elecciones ya la usamos y hemos padecido las consecuencias, todos estos años, con una Asamblea roja rojita, genuflexa y mediocre.
Lo que tampoco podemos permitir es que un optimismo histérico no nos permita ver la realidad y tomar acciones para compensar nuestros propios errores en la contienda. No podemos dejar que nos obnubile la posibilidad del éxito. Debemos tener todos nuestros sentidos bien despiertos para enfrentarnos en todos los terrenos que la contienda política nos permita.
No podemos abandonar la calle, la protesta, la denuncia, el reclamo, en fin: no podemos abandonar la lucha que hemos llevado hasta hoy por la ilusión de que los resultados electorales nos favorecerán. Es necesario aumentar los decibeles de la protesta, presentar más pruebas de nuestras denuncias, convencer a más personas de que salir a la calle es necesario y obligatorio, exigirle al ciudadano de a pié que reclame sus derechos a gritos si es necesario.
Debemos abrir todos los frentes de lucha política posibles. En los sindicatos, en las organizaciones gremiales, en las asociaciones de vecinos, hasta en las juntas de condominio. Que se grite en los partidos de béisbol, en los conciertos y hasta en los actos culturales del colegio que no estamos dispuestos a seguir bajo este yugo. Eso desgastará al gobierno y nos pondrá como la opción definitiva al desastre que vive Venezuela.
Tenemos y debemos lograr que todas las tendencias de oposición tiren hacia un mismo lado aunque “no tenga sustancia”. Si el fin único de esta “unidad democrática” es sacar al Incompetente del poder eso me parece, a mi ,sustancia suficiente para comenzar. Al fin y al cabo todo proyecto futuro de cualquier tendencia política de oposición debe tener como prioridad recomponer todo el desastre que ha dejado tras de si el Dictadorzuelo golpista, pero primero e inevitablemente debe pasar por sacarlo a él del poder.
"Es así como vemos que hay quienes apoyan a ultranza, incondicionalmente los logros sin mirar en los posibles errores en los que cayeron, caen y caerán. Ciegos de optimismo y esperanza no son capaces de ser objetivos."
ResponderEliminar¡Ah, ok, Ray, pero como que noto que tu caes en la trampa de tus propias palabras! No dije gamelote, por si acaso, dije palabras.
Vos como que preferís mirar lo que no se ha hecho a lo logrado (de hecho reconoces "logros").
Es un criterio mezquino, sabes, porque dudo que tu mismo lo apliquess a tu vida diaria. Allí sí puedes tomar en cuenta lo alcanzado por la MUD, pero no lo excretado ("Ahí hay sustancia").
Je, je. Me encanta tu manera manirrota de escribir. Escupes, capturas de nuevo la saliva y esa misma te sirve para seguir cabalgando.
Supongo que cuando te declaras a tu novia le dices, poéticamente, "te quiero porque no te quiero".
¡Ya sé! Te gusta Santa Teresa: "muero porque no muero".
Intenta votar bien el 26S, no vaya a ser que tu mismo te apliques un "voto porque no voto" y no votes un carajo, afectando a los patriotas de de oposición política constructora de colonias.
Te saluda Cazacomentarios
Saludos porque no saludo
Bueno, su proeza dialectica no puede pasar bajo cubierta. Es usted irresistible. Se ganó un puesto en mi top de personas llamativas.
ResponderEliminarSaludos.
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