Como obtener más visitas en tu blog… o palmaditas en la espalda por lo menos

Este sub-mundo (y no por malo, ni por menos) del blogero es algo aparte. Es extraño, tiene sus propias reglas. Funciona distinto al resto del planeta. Tiene vida propia. Se maneja en una banda tan ancha que va desde lo genial a lo kitsch sin que esto moleste, perjudique o dañe a alguien. Pero al final está presente el elemento humano al que le es imposible no involucrar sus sentimientos en todo lo que hace… excepto en lo económico, por desgracia.

Y, como todo hecho humano, necesita de reconocimiento para que exista. Lo que no veo, huelo, oigo o toco no existe. Nosotros mismos como seres humanos necesitamos expresiones de otros que nos indique que existimos. Necesitamos “caricias” (positivas o negativas dirían los psicólogos) que nos muestren una dimensión de nosotros mismo, de nuestro espacio y nuestro puesto en la vida. De esto se salva Dios y no para todo las personas.

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Entonces, ¿Por qué tendríamos que excluir nuestra actividad como blogeros de esto? Creo que incluso en este caso debe ser más palpable, cuantificable y estadístico debido a lo intangible y “surrealista” del mundo cibernético. Necesitamos esa palmadita en la espalda que nos de una dimensión de lo que puede o no estar causando nuestro pensamiento, nuestro accionar. Una palmadita en ¿el ego?... podría ser. Unos más, otros menos, pero todos buscamos nuestro mínimo de atención.

Es ahí donde se nos complica la existencia a algunos ¿Para qué escribimos o publicamos nuestros post? Por una necesidad viceral de mostrar nuestra vida interior. De no ser así escribiríamos en un cuaderno y lo guardaríamos en un baúl ¿Cuánta atención requerimos entonces? Creo que eso, muy en el fondo, lo debe tener más o menos claro cada quien ¿Cómo sentimos esa atención? Las fulanas estadísticas, los comentarios, la polémica, la tertulia, la peña y todo lo demás que armemos con nuestros blog.

Además esto es como un círculo para muchos. A mas comentarios más inspiración. Es como el contador de chistes que cuando más ríe la gente, más gracioso se torna y más ágil y agudas son sus bromas. Si se forma una buena peña en un post me hace sentir que voy en el camino correcto, que estoy llegando a la gente con mis palabras.

Creo que todos los blogeros (unos más, otros menos) merecemos muchas palmaditas en la espalda por el esfuerzo. Por tomarnos esto tan a pecho. Por la pasión que muchos imprimen en sus páginas. Por el tiempo que le roban a otras actividades para sentarse a escribir esperando como única recompensa (no todos claro) esa palmadita, ese respaldo.

Soy un poco torpe dando palmaditas, a veces doy por sentado que las mereces y por eso ni las menciono. Es una pena. Debo cambiar. Debemos todos mostrar nuestro reconocimiento a todos. Si… incluso a los que difieren radicalmente de nuestra manera de pensar y mira que son muchos.

Muchachos/as… mi reconocimiento a todos/as… vaya una palmada en la espalda para cada uno/a.