Cambiar de empleo casi siempre se transforma en una obra titánica. Más cuando sea ha soltado la liana sin haberse cogido de la otra. Mala decisión. Mi hermano siempre me lo dice: “hay que hacer como Tarzán, que no suelta un bejuco hasta que no esta agarrado del otro”. Pero no siempre nuestras vidas transcurren como uno espera o como uno la planifica.
Me estoy estrenando en los cuarenta y cinco y me mantengo joven. Cargo conmigo veintiséis años dentro de la comunicación audiovisual. Me ha tocado estar al lado de Papas, Reyes, presidentes, delincuentes, damnificados, reconocidos actores, maestros, alumnos, poetas, escritores, sabios analfabetas. En desastres naturales, inauguraciones, fiestas, incendios, golpes de estado, saqueos y conciertos. He vendido mi trabajo al mejor postor, más no mi conciencia.
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Es una edad difícil para cambiar de tren, pero es que aún no me seduce la costumbre y la “comodidad” que da los largos años de pastar en el mismo prado. No estoy dispuesto a corre el riesgo de perder esa capacidad de asombro, ese sustito en el estómago de los enamorados de su oficio, las fulanas mariposas. Pago el precio que sea por mantenerme vivo.
Lo cierto es que ya se me había olvidado como era eso, como era patear la calle, como era dejar todas tus esperanzas junto cada currículo y esperar la llamada… ya no me acordaba que se sentía al escuchar “… muy buen currículo, pero…”. Ya se me hacia normal llamar a un amigo y decirle tan solo “quiero dejar este trabajo” para empezar a recoger mis trastos y mandar a la porra la rutina que se había apoderado de tus palabras y tus ideas. Pero no vinieron mis amigos a vivir conmigo esta aventura de inmigrante.
Así que, como dije antes, solicito empleo. Ofrezco: corazón, alma, pasión y entrega. Exijo: proyecto que sepa valorar estos conceptos intangibles e inapreciables. Pido, también, que como buen enamorado te escuche y se maraville de verte crecer a su lado.
Interesados favor dejar sus ofertas en la sección de comentarios en horario de oficina.
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Es una edad difícil para cambiar de tren, pero es que aún no me seduce la costumbre y la “comodidad” que da los largos años de pastar en el mismo prado. No estoy dispuesto a corre el riesgo de perder esa capacidad de asombro, ese sustito en el estómago de los enamorados de su oficio, las fulanas mariposas. Pago el precio que sea por mantenerme vivo.
Lo cierto es que ya se me había olvidado como era eso, como era patear la calle, como era dejar todas tus esperanzas junto cada currículo y esperar la llamada… ya no me acordaba que se sentía al escuchar “… muy buen currículo, pero…”. Ya se me hacia normal llamar a un amigo y decirle tan solo “quiero dejar este trabajo” para empezar a recoger mis trastos y mandar a la porra la rutina que se había apoderado de tus palabras y tus ideas. Pero no vinieron mis amigos a vivir conmigo esta aventura de inmigrante.
Así que, como dije antes, solicito empleo. Ofrezco: corazón, alma, pasión y entrega. Exijo: proyecto que sepa valorar estos conceptos intangibles e inapreciables. Pido, también, que como buen enamorado te escuche y se maraville de verte crecer a su lado.
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EDITORIAL LOS SUICIDAS SOLICITA COLABORADORES PARA PROYECTO EDITORIAL.
ResponderEliminarBuscamos escritores interesados en publicar en una revista de literatura y sociedad con periodicidad trimestral. Los espacios disponibles son:
-Columna para temas literarios (autores, libros, periodos etc).
-Columna para temas sociales
-Articulo central de tema literario
-Articulo central de tema social
-Cuento, ensayo, relato, obra de teatro
Los interesados deberán enviar su proyecto a editorial.los.suicidas@gmail.com antes del 30 de septiembre de 2008.
Por el momento no estamos aceptando poesía. La versión impresa de la revista en un inicio solo será distribuida en la Ciudad de México pero existirá una versión en línea con el mismo contenido. Ningún texto será publicado sin la autorización por escrito de su autor.