Al parecer un humilde chofer de Metrobús es la excepción a la regla que tanto pregona el presidente Chávez cuando habla de que las oportunidades de surgir en Venezuela solo han estado del lado de la oligarquía imperialista. El caso es que ahora el afortunado conductor ha pasado de la pobreza a formar parte de la élite de millonarios del país.
No tiene formación académica, pero ha servido incansablemente a su país levantando la mano cada vez que se lo pedían y está seguro que esta es la recompensa que merece por tan honrados servicios. Siente que ha sido bendecido por San Hugo de quien es devoto. Sabe que de no haber sido por las plegarias que rezó nada de esto le hubiera pasado.
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Se siente honrado de representar a Venezuela como Canciller ya que le ha permitido llevar un mensaje pleno de serenidad, de claridad, afable a todos los rincones del mundo. Dice que siempre está dispuesto a escuchar a todas las partes, jamás intenta imponerse, no descalifica a nadie, no levanta calumnia, sus diálogos son siempre cordiales y solo persiguen crear el mejor clima de entendimiento para todos.
No se siente ostentoso por vivir mejor que todos sus ex compañeros del Metro, por el contrario, cree que él es un ejemplo a seguir para todos ellos. Que deberían tratar de imitar sus acciones siendo sumisos y devotos de su Santo. Dice no extrañar su puesto de trabajo… lo que si extraña es trabajar.
Señala que tiene muchísimo méritos para ser canciller, “…yo hice un curso intensivo de 12 horas y gracias a mí capacidad logré captar en ese tiempo lo que otros en muchos años de carrera universitaria y de carrera diplomática”.
“Además para ir a decirle ‘funcionarillo con prontuario policial’, gritar consignas en contra del imperialismo, arengar masas con dineros públicos, decir que las FARC no son terroristas, que Uribe es narcotraficante o apoyar que ser rico es malo no se necesita estudio… para eso lo que uno necesita es cara dura y ser hipócrita… y tener claro que el discurso es una cosa y que lo que uno haga es otra muy distinta”
Desde esta redacción queremos felicitar a este venezolano que fue excluido y marginado por la IV República y que de hace nueve años la vida le sonrió. Ahora puede pasearse en automóviles de lujo, vivir en zonas que su sueldo actual no puede pagar y darse una vida de ricos y famosos sin tener que trabajar. Uno más que logra sacar de la pobreza el gobierno de Hugo Chávez.
No tiene formación académica, pero ha servido incansablemente a su país levantando la mano cada vez que se lo pedían y está seguro que esta es la recompensa que merece por tan honrados servicios. Siente que ha sido bendecido por San Hugo de quien es devoto. Sabe que de no haber sido por las plegarias que rezó nada de esto le hubiera pasado.
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Se siente honrado de representar a Venezuela como Canciller ya que le ha permitido llevar un mensaje pleno de serenidad, de claridad, afable a todos los rincones del mundo. Dice que siempre está dispuesto a escuchar a todas las partes, jamás intenta imponerse, no descalifica a nadie, no levanta calumnia, sus diálogos son siempre cordiales y solo persiguen crear el mejor clima de entendimiento para todos.
No se siente ostentoso por vivir mejor que todos sus ex compañeros del Metro, por el contrario, cree que él es un ejemplo a seguir para todos ellos. Que deberían tratar de imitar sus acciones siendo sumisos y devotos de su Santo. Dice no extrañar su puesto de trabajo… lo que si extraña es trabajar.
Señala que tiene muchísimo méritos para ser canciller, “…yo hice un curso intensivo de 12 horas y gracias a mí capacidad logré captar en ese tiempo lo que otros en muchos años de carrera universitaria y de carrera diplomática”.
“Además para ir a decirle ‘funcionarillo con prontuario policial’, gritar consignas en contra del imperialismo, arengar masas con dineros públicos, decir que las FARC no son terroristas, que Uribe es narcotraficante o apoyar que ser rico es malo no se necesita estudio… para eso lo que uno necesita es cara dura y ser hipócrita… y tener claro que el discurso es una cosa y que lo que uno haga es otra muy distinta”
Desde esta redacción queremos felicitar a este venezolano que fue excluido y marginado por la IV República y que de hace nueve años la vida le sonrió. Ahora puede pasearse en automóviles de lujo, vivir en zonas que su sueldo actual no puede pagar y darse una vida de ricos y famosos sin tener que trabajar. Uno más que logra sacar de la pobreza el gobierno de Hugo Chávez.
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